lunes, 15 de noviembre de 2010

ABORDANDO EL CONCEPTO DE INCLUSIÓN DESDE LA VISIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA
En el aula de clase se presentan día a día diferentes problemáticas que se dan por posiciones sociales, ya sea por parte del grupo de estudiantes o la actitud del docente al momento de interactuar con los estudiantes. Por esta razón, surge una clara necesidad de hallar estrategias que permitan la participación de la sociedad en general, por ello, las políticas que se buscan implementar en el aula siempre están relacionadas con niños y niñas que requieren de algún tipo  de atención especial, ya sea por incapacidad física o cognitiva sin tener en cuenta que también existen otros seres que merecen igual o mayor atención, como lo son los desplazados y los grupos afro colombianos para que se desarrollen como personas sociales, autónomas, con autoestima, es decir un ser integral.
Sin embargo, para esta problemática se presentan las barreras de aprendizaje a nivel social, dado que cada uno de estos grupos tiene una cultura y un lenguaje establecido que les facilita la comunicación entre ellos. Pero cuando son despojados de su territorio hay una ruptura en la esencia de cada uno que los envuelve en un espiral descendente, o cual conlleva a perder poco a poco sus hábitos, sus costumbres y su identidad[1]. Esta identidad se va perdiendo debido a que al llegar a un nuevo grupo social, el cual presenta sus códigos lingüísticos establecidos tienen que adaptarse a él, aprender dichos códigos, dejando a un lado los suyos.
Por consiguiente, al llegar a un nuevo espacio social, tiene que adoctrinarse, aunque para los habitantes nunca deje de ser el extraño, puesto que de una u otra manera llega a cambiar la forma de ver las cosas para las personas. Pero para Carlos Skliar[2], estos “extraños” no vienen a romper paradigmas sino por el contrario, con su presencia hacen manifiestas las incongruencias de una sociedad haciéndoles sentirse invadidos en su “normalidad”
Desde esta perspectiva, se puede observar el ámbito escolar, debido a que esta situación se presenta muchas veces en el aula de clase y el docente no se encuentra preparado para enfrentarla. Al respecto Boucha sustenta que : “En las prácticas pedagógicas el maestro comunica, enseña, reproduce significados, enunciados –lo que ya ha sido dicho-, se relaciona a sí mismo con el conocimiento, resume, evalúa, otorga permisos, recompensas, castigos, etc. Aparentemente el maestro aparece como un sujeto autónomo y unificado”[3]. Lo anterior implica que es la cultura y lengua dominante la que se impone desde diferentes aspectos, cobre todo en el ámbito educativo, puesto que es el niño “forastero” quien debe acoplarse a las costumbres de dicha cultura para poder interactuar con su entorno.
Por lo anterior, la participación del maestro es fundamental en la educación de los niños, puesto que es él quien, según Michael Stubbs[4], debe capacitarse para comprender los componentes sociolingüísticos que se dan en el salón de clase, generando así mayor éxito en la labor docente, ya que el profesor es catalogado como ignorante al no tener conocimiento de los diversos códigos lingüísticos que se dan en los grupos culturales. Por esta razón, es importante que el maestro tenga disposición para integrar los saberes que quiere dar a conocer con los diferentes eventos sociales que se encuentren en el aula, empleando herramientas que favorezcan el desarrollo integral del infante.
Ya se ha mencionado con anterioridad cuales son las dificultades que poseen los niños y niñas forasteros al vivir una nueva situación, y como desde ciertos aspectos están desprotegidos, dejando un vacío a nivel educativo, social y cultural. Pero cual es la otra cara de la moneda, que esta haciendo para mejorar esto, que día a día en nuestro país es más evidente, y que poco o nada se conoce los medios por los cuales se protegen o/y defienden los derechos de estos ciudadanos tan importantes para el desarrollo del mismo, desde este aspecto se podrían hablar de las políticas de educación que se han generado en Colombia.

Con la idea de una nueva educación donde todos fuesen participes en el plan decenal de educación concernientes a los años comprendidos entre 2002-2006 se hacen algunos acercamientos con los cuales se pretende asigna a las Secretarías de Educación [5]el deber de concentrar en los procedimientos de acción a la inclusión social y comunitaria de personas partiendo de procesos que permitan superar las dificultades institucionales o sociales que con llevan a que sean considerados como población  vulnerable, evitando ensanchar  innecesariamente sus problemas, por otra parte el sustento teórico de esto se da con base a

“. El Decreto 2247 de 1997 indica que el ingreso al nivel de preescolar no está sujeto a ninguna prueba de admisión, examen psicológico o de conocimientos, o a consideraciones de raza, sexo, religión, condición física o mental y establece que los procesos curriculares se desarrollen mediante la ejecución de proyectos lúdicopedagógicos y actividades que tengan en cuenta la integración de las dimensiones del desarrollo humano (corporal, cognitiva, afectiva, comunicativa, ética, estética, actitudinal y valorativa); los ritmos de aprendizaje; las necesidades de aquellos menores con limitaciones o con capacidades o talentos excepcionales; y las características étnicas, culturales, lingüísticas y ambientales de cada región y comunidad. Sin embargo, el documento Lineamientos de política para la atención educativa a poblaciones vulnerables, fortalece la iniciativa enunciando que se pretende apoyar a las entidades territoriales para que, a través de las Secretarías de educación, logren avanzar en sus procesos de reorganización, asignación de docentes, coordinación de acciones necesarias para identificar y caracterizar las poblaciones vulnerables dentro y fuera del sistema, proponer orientaciones pedagógicas para elaborar y adecuar currículos, implementar, identificar y desarrollar modelos educativos flexibles, crear herramientas pedagógicas y didácticas, definir canastas educativas, formar a funcionarios, directivos”[6]
Para esto tiene como estrategia “ el Ministerio de Educación Nacional para el logro de la inclusión educativa,  pretende apoyar a las entidades territoriales para que, a través de las Secretarías de educación, logren avanzar en sus procesos de reorganización, asignación de docentes, coordinación de acciones necesarias para identificar y caracterizar las poblaciones vulnerables dentro y fuera del sistema; proponer orientaciones pedagógicas para elaborar y adecuar currículos; implementar, identificar y desarrollar modelos educativos flexibles; crear herramientas pedagógicas y didácticas; definir canastas educativas, formar a funcionarios, directivos docentes y docentes, entre otros.”[7]
El punto es que si se está haciendo desde los docentes, que estrategias están aplicando para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas, como hacer para llevar a la integración a todos sin discriminar formas de hablar, pensar y actuar, que herramientas se le están brindado a los docentes las instituciones educativas y el estado para lograr integrar los dialectos.
En conclusión, aunque existe leyes y políticas que buscan la integración de la población educativa en general, todavía falta mucho camino por recorrer para que se cumplan a cabalidad en el aula de clase, teniendo en cuenta que los docentes no se encuentran capacitados para recibir estudiantes que pertenezcan a una cultura diferente a la suya en el salón y, por ello no se crean planes de estudio en los cuales se aproveche la diferencia étnica y cultural que se halla en las diferentes instituciones. Por lo anterior, es necesario no sólo hablar de inclusión, es más importante aún hablar de no exclusión, es decir de la integralidad en la educación, una integralidad en la que se respete la cultura, el lenguaje y sobre todo la libertad. Puesto que no hay ser más libre como aquel que puede ser él mismo siempre y en todo lugar.



[1] SKLIAR, Carlos. Alteridades y pedagogías. O… ¿y si el otro no estuviera ahí? Tomado en octubre de 2010. En: http://www.scielo.br/pdf/es/v23n79/10851.pdf.

[2]BOUCHA “Discurso  pedagógico”. citado por: DIAZ VILLA Mario, del discurso pedagógico: problemas críticos.ed.magisterio.Bogota,20021.pag.185
[3] LONDOÑO, AREIZA Hacia una nueva visión sociolingüística: ediciones Ecoe, Bogotá, 2004
[4] STUBBS, Michael (1984), lenguaje y escuela. análisis  lingüístico de la enseñanza, Bogotá: (incel- kapeluz  pág. 176.
[5] Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2006). La Revolución Educativa Plan
sectorial 2002 – 2006. Informe de gestión a 7 de agosto de 2006. Bogotá: el autor.

[6] Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2005). Lineamientos de política para la
atención educativa a poblaciones vulnerables. Bogotá: el autor.

[7] ibíd.
ESCRITO POR:
RUBIELA ORTIZ
DIANA CAROLINA URREGO
ANA MARCELA URREA

No hay comentarios:

Publicar un comentario